Ciclismo en verano: ¿cómo afecta el calor?
En los meses estivales tenemos que acostumbrarnos a convivir con unas elevadas temperaturas, llegando a ser, a veces, extremas. Sin lugar a dudas, el calor puede influir en la realización de tus actividades, incluyendo las escapadas en bici. Podemos afirmar, por tanto, que se convierte en un factor determinante para el ciclismo en verano. Por ello, en este post queremos profundizar en las consecuencias que puede suponer para tu salud salir a montar en bicicleta cuando el sol aprieta y las temperaturas son intensas.
En los meses estivales tenemos que acostumbrarnos a convivir con unas elevadas temperaturas, llegando a ser, a veces, extremas. Sin lugar a dudas, el calor puede influir en la realización de tus actividades, incluyendo las escapadas en bici. Podemos afirmar, por tanto, que se convierte en un factor determinante para el ciclismo en verano. Por ello, en este post queremos profundizar en las consecuencias que puede suponer para tu salud salir a montar en bicicleta cuando el sol aprieta y las temperaturas son intensas.
Un factor determinante para el ciclismo en verano
En general, cualquier situación climatológica extrema y adversa puede poner en riesgo el buen hacer de los ciclistas, y queda claro que el calor es uno de sus principales enemigos pero, ¿sabes realmente cómo puede afectar al ciclismo en verano?
Debes tener en cuenta que el calor hace que aumente la frecuencia cardiaca, y a su vez disminuye la capacidad de resistencia al pedalear. Por otro lado, también eleva los niveles de sudoración corporal, lo que puede llevar al ciclista a deshidratarse y aumentar las probabilidades de que su rendimiento se vea afectado.
¿Sabías que se pueden llegar a perder hasta 5 litros de líquido por hora en la alta competición? No es un tema para tomar a broma. Si quieres rendir sobre la bici necesitas tomar precauciones para estar en las mejores condiciones posibles y que tu organismo tenga las herramientas adecuadas para funcionar de manera correcta.
Se podría decir que una temperatura corporal óptima ronda los 37 grados, mientras que la temperatura ambiental adecuada para realizar ejercicio debe ser suave. Sin embargo, si esta cambia bruscamente produciéndose una subida en este caso, por más que el cuerpo realice un proceso de termorregulación, el calor puede hacer estragos en nuestro organismo llevándolo a situaciones límite, que pueden derivar en problemas de salud negativos para el ciclista.
¿Qué riesgos se corren al pedalear con altas temperaturas?
Cuando practicas ciclismo en verano, hay que valorar que muchos de los riesgos que se corren dependerán, en parte, de las actuaciones del propio ciclista a la hora de equiparse o hidratarse. Pero también existen otros condicionantes que no podemos controlar, como la temperatura y humedad ambiental, lo que puede llevar al deportista a sufrir sudoración excesiva, mareos, náuseas, temblores o escalofríos, etc.
Esta vez vamos a centrarnos en los inconvenientes más frecuentes como consecuencia de un calor extremo:
· Agotamiento, que aparece cuando realizas una actividad física de alta intensidad estando expuesto a altas temperaturas. Si encima no cuentas con la hidratación necesaria y el nivel de electrolitos es deficiente, puedes experimentar síntomas como sudores, sensación de debilidad, mareos o náuseas. Se aconseja parar y recuperar líquidos.
· Golpes de calor. Este es uno de los problemas más habituales del ciclismo en verano. Se producen por un incremento intenso de la temperatura corporal, en torno a los 40 grados. Provoca vómitos, problemas estomacales, convulsiones, estado de confusión y lo que es mucho más grave, puede llegar a ocasionar la muerte. Por tanto, es necesaria la atención urgente de profesionales.
· Síncopes. O lo que es lo mismo, desmayos ocasionados por una subida fuerte de la temperatura corporal, unido a una disminución de la presión arterial. En estos casos lo mejor es encontrar un lugar fresco en el que descansar en posición supina, mientras que nos rehidratamos.
· Calambres, que se manifiestan fruto de la pérdida de electrolitos y la falta de sal en el organismo. Suelen producirse en la zona abdominal, y se pueden solucionar con una reposición de estos electrolitos, por ejemplo, ingiriendo una bebida isotónica.
Entonces… ¿el ciclismo en verano es posible?
¡Por supuesto que sí! El hecho de que existan ciertos riesgos o debas guardar determinadas precauciones no implica que no puedas desempeñar con éxito esta actividad. No obstante, te dejamos algunos consejos para montar en bici y realizar ciclismo en verano que pueden venirte bien:
· Enfócate en mantener una buena temperatura corporal, para ello puedes utilizar ropa transpirable para favorecer la evaporación del sudor. Además, mantener unos niveles de hidratación adecuados resulta imprescindible.
· También puedes optar por aplicar agua de forma abundante y regular sobre el cuerpo, haciendo especial hincapié en la zona de la cabeza, el cuello y la espalda. Puedes aplicar agua sobre el propio casco incluso.
Con estos consejos evitarás los indeseados golpes de calor o momentos de agotamiento por las altas temperaturas.
Ahora que ya sabes la influencia que el calor puede tener en el ciclismo en verano, lo mejor es que te prepares de una buena manera para afrontar las jornadas de pedalada. Piensa que aún queda mucho verano por delante y puedes disfrutar a tope con tu bici, pero siempre tomando precauciones y siguiendo las recomendaciones de expertos. En MPBikes disponemos de un amplio catálogo de productos y accesorios para tu bici. Si ambos estáis en perfecto estado… ¡no habrá situación que se os resista!
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